Todo comenzó (o sea, no para mi) por primera vez en 1969 cuando se detectaron comportamientos emocionales, sociales y conductuales erráticos en los policías de NY, hasta que en 1986 dos psicólogas norteamericanas decidieron ponerle un nombre a esos comportamientos y le pusieron “Burnout Syndrome” que suena mejor que “Síndrome de desgaste profesional“.
Bueno, pues no puse atención a los síntomas, crecieron y por esto estoy aprendiendo a dibujar.
Como podrás ver, lancé la nueva versión de este sitio web en septiembre de 2018, comencé a crear contenido e incluso publiqué Entropía: El Podcast que, al igual que el resto de mis contenidos personales, se quedaron como proyectos inconclusos y eso (a la fecha) me genera estrés innecesario que tengo que “vencer”.
En fin, después de N recomendaciones, la mayoría bien intencionadas, decidí que debía mover mis procesos creativos a algo más que me diera un reto, que no me exigiera tiempos de entrega, que me divirtiera y me sacara del estrés. Básicamente, necesitaba un hobby.
Como buen nerd que soy dije ‘tengo que aprender algo nuevo‘, un idioma era la opción… o no.
Aprenderlo tal vez era necesario pero ¿dónde iba a practicar el Mandarín, Japonés o el Francés? Las pocas ganas que me quedaron después de esa pregunta sólo sirvieron para abandonar la idea de inmediato.
Siguiente opción, que por costo/beneficio se descartó sola, era aprender a tocar otro instrumento… Un día les contaré la historia del porqué pero, mi opción era: El acordeón.
Los precios de un buen instrumento, las clases, desplazarme en el tráfico, cumplir con las tareas y prácticas de clase. ¡No! Un día quizá pero, por ahora es un rotundo ¡No!
Las opciones se reducían porque, según yo, me iban a generar más estrés y costos que el placer o la relajación que andaba buscando, la relajación que necesito.
Así llegó diciembre y sus anuncios de todo en todos lados, en algún momento apareció un banner de una tableta digital Wacom Intuos y dibujar es una habilidad que desde niño quise tener pero nunca ejercité, así que gracias al marketing digital la decisión se simplificó: ‘Voy a aprender arte y dibujo digital‘.
Antes de salir corriendo a comprarla, nuevamente, como buen nerd me puse a investigar los beneficios, a nivel mental, emocional y conductual de aprender a dibujar. Tenía que saber si realmente era un hobby que me sacaría del Burnout.
Según The Torrance Tests of Creative Thinking dibujar “puede” producir cambios a nivel neurológico fomentando la percepción visual, la creación cognitiva o lo que conocemos como ‘pensar fuera de la caja’ y aumentar la capacidad de pasar de lo conceptual a la acción.
¡No suena mal! pensé, y si no consigo eso, de menos tendré otro juguete bluetooth para agregar al arsenal.
Compré la tableta y una licencia de Photoshop, busqué tutoriales en YouTube (no me juzgues, tú también lo has hecho), empecé a adaptar mi capacidad motora porque usar una tableta gráfica definitivamente no es como usar un mouse y empecé a subir mis garabatos a una nueva cuenta de instagram exclusiva para eso.
Al escribir esto recién pasó un mes de que comencé a dibujar, he recibido buenos comentarios y bajo riesgo de sonar pretencioso, he recibido un par de propuestas para ilustrar los trabajos de otros artistas. Obviamente estoy tan sorprendido como pudieras estarlo tú.
No creo hacer una carrera de esto, por el momento no lo creo pero, los síntomas se están diluyendo poco a poco, las nuevas habilidades apenas las empiezo a aprovechar de manera consciente y lo más perceptible es el tema emocional.
¿Se está yendo el burnout? Después de tener abandonado mi sitio web, de no poder escribir nada para mi, creo que la respuesta más clara es este post y por esto estoy aprendiendo a dibujar.
Sígueme también en mi cuenta alterna de Instagram y dime por favor qué otras opciones me sugieres para evitar el Burnout Syndrome.